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lunes, 18 de mayo de 2009

Se nos fue el mito discretísimo




El que pasea sus ojos por los escritos desde el nacimiento de este blog encontrará una constante: la presencia de los poemas de Mario Benedetti. Y es que a pesar de la brecha de tiempo, distancia, generación y todo lo demás, este señor tenía la habilidad de expresar los vaivenes de mi corazón.


Es por todo esto que hoy ese mismo corazón que tanto se identificaba nota su falta y un sentimiento dual lo invade: pena por su partida y gozo porque mantuvo una vida tan productiva. Hasta el último momento de sus 88 años se mantuvo escribiendo y actualmente estaba trabajando en un nuevo libro de poesía cuyo título provisional era 'Biografía para encontrarme'.


Como citara el website 20minutos.es: "La poesía, decía Benedetti, es "un altillo de almas", un "tragaluz para la utopía" y "un drenaje de la vida/ que enseña a no temer a la muerte".


"Cuando tengo una preocupación, un dolor o un amor tengo la suerte de poder transformarlo en poesía", afirmaba. Esa poesía se convirtió en el único báculo para afrontar sus últimos años, tras la muerte en 2006 de su esposa, Luz López, su compañera desde hacía más de seis décadas y su mejor crítico.


Se nos ha ido un grande pero nos deja una herencia invaluable, más de ochenta libros de poesía, novelas, cuentos y ensayos, así como de guiones de cine.


Y no puedo terminar este melancólico post sin un poema de Benedetti:

BALADA DEL MAL GENIO

Hay días en que siento una desgana
de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse
y me hallo solidariamente cretino
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.
Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera a aparecer en los avisos fúnebres
seguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo indócil personal a mis órdenes.
Hay días que ni siquiera son oscuros
días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.
Días en que uno sabe que hace mucho era bueno
bah tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de jabón perfumado
y aquello si era auténtica melancolía
y no este malsano, dulce aburrimiento.
Bueno, esta balada sólo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Un te quiero al aire


Ya pronto celebraremos el día de San Valentín, día del amor [real o ficticio], día de la amistad [real o ficticia], el comercio [siempre efectivo], los encartes, las ofertas, el sexo, los chocolates, el rojo, los corazones y los cupidos.

Y en este aura de sensibilidad y cariños les quiero compartir este poema de Mario Benedetti. Cualquiera que siga este blog o se pasee en él someramente se dará cuenta que soy fanática de este autor. Este poema es un te quiero que arrojo al aire para que vientos avanzados traigan amor en todas las áreas de mi vida.

Un aria apasionada para ti, que me eres desconocido:


Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos mi amor
mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos


Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.


Tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía.

\

Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero



Y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola



Te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso




Mario Benedetti

jueves, 2 de octubre de 2008

Táctica y Estrategia



Recuerdo aquella tarde de domingo en la que explorábamos mundos desconocidos, cuando aquella chica se fijó como objetivo aquel chico. Un chico no, !un hombre!, uno guapo, maduro e indescifrable: todo un reto. Y así, con hilos invisibles, sin hacer nada perceptible, lo atrajo hacia sí. Cuando pregunté: ¿Cómo lo haces? me dijo: "Todo lo que se de táctica y estrategia me lo enseñó Mario Benedetti". !Sabias palabras!


Acá les dejo este vídeo extraído de la película "El lado oscuro del corazón", en el que la voz de Darío Grandinetti en el papel de Oliveiro Girondo recita esta receta ancestral. No es una voz es más bien un arrullo, un eco del ya octogenario Benedetti.

lunes, 9 de junio de 2008

Hagamos un trato


Compañero, usted sabe

que puede contar conmigo,

no hasta dos ni hasta diez

sino contar conmigo.




Si algunas veces

advierte que le miro a los ojos,

y una veta de amor

reconoce en los míos,

no alerte sus fusiles

ni piense que deliro;

a pesar de la veta,

o tal vez porque existe,

usted puede contar

conmigo.




Si otras veces

me encuentra

huraña sin motivo,

no piense que es flojera

igual puede contar conmigo.



Pero hagamos un trato:

yo quisiera contar con usted,

es tan lindo saber que usted existe,

uno se siente vivo;

y cuando digo esto

quiero decir contar

aunque sea hasta dos,

aunque sea hasta cinco.

No ya para que acuda

presuroso en mi auxilio,

sino para saber

a ciencia cierta

que usted sabe que puede

contar conmigo.



By Mario Benedetti

martes, 29 de abril de 2008

De que me sirve tan sabia tanta rabia?


La esperanza tan dulce
tan pulida
tan triste
la promesa tan leve
no me sirve


No me sirve tan mansa la esperanza
La rabia tan sumisa
tan débil
tan humilde
el furor tan prudente
no me sirve


No me sirve tan sabia tanta rabia
El grito tan exacto si el tiempo lo permite
alarido tan pulcro
no me sirve


No me sirve tan bueno tanto trueno
El coraje tan dócil
la bravura tan chirle
la intrepidez tan lenta
no me sirve


No me sirve tan fría la osadía
Sí me sirve la vida que es vida hasta morirse
el corazón alerta
si me sirve


Me sirve cuando avanza la confianza
me sirve tu mirada que es generosa y firme
y tu silencio franco
sí me sirve


Me sirve la medida de tu vida
Me sirve tu futuro que es un presente libre
y tu lucha de siempre
sí me sirve


Me sirve tu batalla sin medalla
Me sirve la modestia de tu orgullo posible
y tu mano segura
sí me sirve


Me sirve tu sendero compañero



By Benedetti

jueves, 3 de abril de 2008

Poemas de oficina


Voy a cerrar la tarde
se acabó
no trabajo
tiene la culpa el cielo
que urge como un río
tiene la culpa el aire
que está ansioso y no cambia
se acabó
no trabajo
tengo los dedos blandos
la cabeza remota
tengo los ojos llenos
de sueños
yo que sé
veo sólo paredes
se acabó
no trabajo
paredes con reproches
con órdenes
con rabia
pobrecitas paredes
con un solo almanaque
se acabó
no trabajo
que gira lentamente
dieciséis de diciembre.

Iba a cerrar la tarde
pero suena el teléfono
sí señor enseguida
como nó cuandoquiera.


lunes, 10 de diciembre de 2007

Siluetas


Foto cortesía de getty images
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos

de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón

tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor

sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos

estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición

mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor

yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos

pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman

como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada

las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada

ya mi rostro de vos
cierra los ojos

y es una soledad
tan desolada

jueves, 12 de julio de 2007

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana

no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo

Por Mario Benedetti