miércoles, 28 de enero de 2009

Placeres simples



La vida es, en su mayor parte, la suma de placeres simples y estos forman parte del significado de ser humano. Uno de estos llamados placeres simples es, para mí, andar descalza sobre la arena, el asfalto, la piedra, la grava, la loseta, el hule, la hierba, la alfombra, la moqueta...

La planta de los pies es de una sensibilidad extrema, ya que está repleta de vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas. ¡El tener los pies libres del confinamiento de zapatos calurosos y/o ajustados , expuestos al aire y al sol, permitiéndonos mover los dedos de los pies, sentir las variadas texturas y temperaturas de las superficies por las que caminamos, es maravilloso! Además, es excelente para la salud ya que activa la circulación de la sangre y el pie transpira y descansa mejor.

Me recuerda también aquella sensación sencilla, pero sumamente agradable, de sumergir las manos en un saco de granos o legumbres.


Suena alocado, pero !inténtenlo!

jueves, 22 de enero de 2009

¿Conductor o pasajero?


Pregunta para elucubrar:


Si comparásemos la vida con un viaje en automóvil:


¿Qué prefieres ser el conductor y tener el control de hacia donde vas y a qué velocidad?
o
¿Ser el pasajero disfrutando del viaje y los paisajes sacrificando el control?

lunes, 19 de enero de 2009

Love cravings


Considero a los dulces una de mis más grandes tentaciones. Soy una amante empedernida de las cosas dulces. Me hacen falta, necesito sentir ese sabor grato y suave en mi paladar, como se deshace en mi lengua..... uff en fin! No siempre cedo a esos antojos, sino, ya no caminara, rodara.

Otro vicio tenaz que tengo es el Amor. Me llenan las historias de amor, de quien sean, de conocidos, de la farándula, de libros de Isabel Allende,de poemas de Mario Benedetti. Estos relatos, satisfacen mis antojos, me alimentan,me confirman que el amor existe, que es posible, que cosas realmente buenas suceden, me dan esperanza. Y creo que es lo que me sustenta a intentarlo una y otra vez, a pesar de los múltiples intentos fallidos.

Para dar luz en este aspecto les contaré sobre mi cita frustrada No. 261.

Conocí a este chico de una manera muy circunstancial. Intercambiamos teléfonos y por la teoría (azarosa) de no cerrarse puertas, de estar abierta a las posibilidades del destino, cedí a un encuentro en el cual no tenía expectativa alguna.

Al principio todo iba bien, el muchacho al que llamaré "Alex", llamó con antelación para confirmar fecha y hora y se presentó a recogerme puntualmente. La balanza empezó a inclinarse hacia lo negativo cuando "Alex" no tenía en mente a qué lugar iríamos descargando completamente sobre mí la decisión. Como no conocía lo suficiente el expediente, empecé a explorar las posibilidades que nos fueran gratas a ambos.

Le digo:
- Generalmente frecuento sitios en la zona Colonial. ¿Cuál bar conoces de ahí?
A lo cual el respondió:
- Nunca he ido a ningún bar de por ahí.

Mmmmm... las alarmas se activaron, pero yo decidí no dar importancia a ese ínfimo detalle. Siguiendo la pesquisa me intereso por conocer si le gusta bailar, y cuáles ritmos prefiere. El me respondió que le gusta todo menos la salsa, voy más allá preguntando el por qué. Su respuesta fue que la salsa le desagrada porque es el único baile que no se puede bailar PEGADOS. Eh.... ah... ehh... Cero baile esa noche.

Ya me estaba empezando a hastiar y tomé la resolución (de una buena vez) de ir a un bar donde pusieran música rock (no bailable), que fuera un lugar neutral y con mucha gente, por si las moscas. Llegamos al lugar, nos sentamos, ordenamos y ahí comenzó el suplicio. "Alex" empezó de manera prepotente a poner temas de cultura general, explayándose en sus "amplios" conocimientos. Pero, no podía estar más errado en cada uno de sus planteamientos, y no es algo que estuviera bajo mi subjetivo juicio, los libros de historia me respaldan. Para empeorar el caso, el afirmó que aparentemente era yo la ignorante que no había aprendido nada en el bachillerato. Bueeeno... sin comentarios.

Lo siguiente fue que "Alex" empezó a buscar cualquier pretexto para acercarse demasiado y dado mis repetidas negativas, me lanzó a quemarropa su petición de que le diera un ósculo. Ahí fue cuando determiné que esa cita no daba para más y con tan sólo media hora en el lugar terminar ahí mismo el tormento. Inocente yo que pensaba que sería tan fácil. Todavía faltaba el camino de regreso a casa.

El tipo sin darse por aludido trató todo el camino de tomarme de la mano o besarme. En cada semáforo, él contaba los segundos (que para mi eran eternos) que teníamos para "cualquier cosa". Poco faltó para que yo me tirara del carro en movimiento, pero estimé que eso podría ser más peligroso.

Luego el tipo se concentró en entrar a mi casa bajo cualquier pretexto aludiendo que necesitaba pasar al baño, que quería agua... etc., etc. Ya para ese momento me sentía tan enfurecida pero con un incipiente estado de perturbación: !andaba con un Subnormal!

Por suerte, pude salir airosa de la experiencia y a la fecha no he sabido nada de "Alex". A pesar de esta traumática situación (creanme que fue traumática) no dejo de intentarlo con todo el empeño. Todavía sigo con mis love cravings...

viernes, 16 de enero de 2009

La banda sonora de principios de año



Enloquecí con la banda sonora de la película Twilight (crepúsculo) casi tanto como con la película en sí. Pero si la película fuera mi vida este sería la música de fondo del momento.


Paramore es una banda pop punk fundamentalmente formada en Franklin, Tennesse en 2004, destacada por la juventud de sus miembros. La banda es Paramore cuyo nombre fue tomado de "Par l'amour" lo que en francés significa "amante del secreto".

El Caballo y yo


Hay frases o refranes populares que pueden ser considerados hasta campesinos, pero !Cuánta sabiduría encierran! Digo esto por uno que mi padre mencionaba con frecuencia:


Al amigo y al caballo

hay que llevarlos despacio


Esta frase se refiere un poco a las exigencias que solemos hacer a los amigos desmedidamente. Pero para ilustrar mejor el asunto, me referiré a una experiencia que tuve con un caballo.


Me encontraba realizando una excursión a la Cueva Fun Fun ubicada en Hato Mayor. Hay un tramo que debe ser recorrido a caballo para llegar a la entrada de la cueva en cuestión, dentro de la cual nos deslizaríamos a rappel. Sucedió que en el camino de ida mi caballo fue el más lento de todos, y para poder provocar el más mínimo movimiento en él tenía que andar con una varita dándole "fuetazos". Pues de regreso al rancho las cosas sucedieron un poco diferentes, el que me llevaba a "fuetazos" era el caballo quien decidió utilizar toda la velocidad ahorrada en el anterior trayecto. Mis pies se salieron de los estribos a pesar de haber puesto en práctica toda la habilidad ecuestre de que pude hacer acopio. Me estrellaría en cualquier momento cuando, como si fuera en cámara lenta, vi que un jinete al que le pasaba por el lado, me tendió los brazos con intenciones de ayudarme. Y ¿qué creen que hice? Sin un segundo de reflexión me lancé hacia él con el caballo en movimiento.


Ya dirán ustedes: "¿Pero y esta vaquera? Ni en el Viejo Oeste..." Pero la maniobra no fue tan exitosa como en las películas de John Wayne. Al final, el muchacho no me pudo sostener y terminé cayendo de igual modo, aunque no a la velocidad que el caballo me hubiese lanzado. Quedé con algunos rasguños y con una anécdota que provocó y sigue provocando las más hilarantes risas. Por suerte.


No se si entendieron la similitud entre el refrán y la historia. Para mi, ambas se superponen, conformando un solo significado.