miércoles, 28 de enero de 2009

Placeres simples



La vida es, en su mayor parte, la suma de placeres simples y estos forman parte del significado de ser humano. Uno de estos llamados placeres simples es, para mí, andar descalza sobre la arena, el asfalto, la piedra, la grava, la loseta, el hule, la hierba, la alfombra, la moqueta...

La planta de los pies es de una sensibilidad extrema, ya que está repleta de vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas. ¡El tener los pies libres del confinamiento de zapatos calurosos y/o ajustados , expuestos al aire y al sol, permitiéndonos mover los dedos de los pies, sentir las variadas texturas y temperaturas de las superficies por las que caminamos, es maravilloso! Además, es excelente para la salud ya que activa la circulación de la sangre y el pie transpira y descansa mejor.

Me recuerda también aquella sensación sencilla, pero sumamente agradable, de sumergir las manos en un saco de granos o legumbres.


Suena alocado, pero !inténtenlo!

3 comentarios:

pvilas dijo...

También soy del club de los pies descalzos. Siempre que puedo, le digo adiós al calzado, y dejo que mis pies sean libres. Por ejemplo, cada vez que voy al botánico, cuando llego al jardín japonés.
Gracias por compartir tus placeres...

Saul dijo...

Compartes gustos similares con mi novia: Amelie Poulain ;)

Anónimo dijo...

Todo esto me recuerda una frase de Antoine de Saint-Exupéry: "Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos." bueno, en tu caso habla del tacto, pero lo que me hizo recordar esa frase es que no le ponemos caso a las pequeñas cosas en la vida que al final de cuenta son las cosas esenciales...