hacia donde?

De vez en cuando la vida se las ingenia pra llevarte por el camino que te toca seguir aunque te hagas la escurridiza. Pero a veces la vida toma medidas que pueden considerarse drásticas para enseñarte las lecciones pendientes, para hacerte parar una ruta y continuar con otra.

Hace pocas semanas, uno de mis más queridos amigos sufrió un embate del azar en el que su cerebro convulsionó y se derramó, causándole graves consecuencias. Lo siguiente parece un sueño, o mejor dicho una pesadilla que gracias a Dios va encaminado hacia un final feliz.

Es hasta hoy que puedo reaccionar, mirar atrás y reflexionar al respecto. Nuestro grupo de amigos, o más bien "su" grupo de amigos, se ha unido y ha mostrado un apoyo impresionante. Ha superado mis espectativas. Extraños o a penas conocidos se han conmovido al punto de darse generosamente por la causa.

Y sobre todo, esta es una situación que me ha enseñado que uno se cree que por ser jóven está exento de algunas cosas, que no pasará, que no se corre peligro alguno, que la vida se limita a pasar una materia, a graduarse, a encontrar el trabajo adecuado, a explotar sus cualidades profesionales, encontrar pareja... Luego la vida te da tres bofetadas, te zarandea, altera el ritmo y te muestra que se nos ha olvidado lo más importante en toda esa vorágine. Se nos olvidan los seres humanos.

Hoy por hoy, puedo decir que nada será igual, ni para mi amigo ni para su familia ni para nosotros los allegados y espectadores. Pero me atrevo a mezclar mi café de esta tarde con una dosis de optimismo: será mucho mejor.

Sigo confiando en el plan perfecto de Dios.