Podría resultar hasta contradictoria para una persona cuya modus vivendi es la palabra, el sonido, la música, que ame también el silencio. Pues creo que todos concordarán conmigo en que a veces hace falta una dosis del mismo.
Muchas veces es difícil confrontar el silencio por temor a encontrarse una voz latente que te urge a analizar una situación "x" o "y" que has estado evadiendo. O también, por temor a que la propia compañía nos resulte insoportable.
Es saludable permanecer un rato en silencio para encontrarnos, liberarnos, relajarnos, descargarnos...
Y no solo el silencio es beneficioso cuando nos encontramos en soledad, hay ocasiones en que también lo es cuando nos encontramos con algún interlocutor. Si la palabra es un arma poderosa, el saber qué callar y cuándo hacerlo es una disciplina fenomenal que nos librará de aprietos. Bien lo dice la Biblia: "aun el necio, cuando calla, es contado por sabio (Proverbios 17:28). [Debo aprender mucho de esto]
El silencio hasta ha inspirado maravillosos poemas, como este de Pablo Neruda:
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
Y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma,
Emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
Y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante,
y estás como quejándote, mariposa de arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio.
Claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Muchas veces es difícil confrontar el silencio por temor a encontrarse una voz latente que te urge a analizar una situación "x" o "y" que has estado evadiendo. O también, por temor a que la propia compañía nos resulte insoportable.
Es saludable permanecer un rato en silencio para encontrarnos, liberarnos, relajarnos, descargarnos...
Y no solo el silencio es beneficioso cuando nos encontramos en soledad, hay ocasiones en que también lo es cuando nos encontramos con algún interlocutor. Si la palabra es un arma poderosa, el saber qué callar y cuándo hacerlo es una disciplina fenomenal que nos librará de aprietos. Bien lo dice la Biblia: "aun el necio, cuando calla, es contado por sabio (Proverbios 17:28). [Debo aprender mucho de esto]
El silencio hasta ha inspirado maravillosos poemas, como este de Pablo Neruda:
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
Y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma,
Emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
Y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante,
y estás como quejándote, mariposa de arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio.
Claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
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6 comentarios:
hermosa pieza...
alguna razon de por que puseiste algunas frases en negrita?
Las palabras resaltadas en negritas son las que más me calaron!
a veces el silencio es tan necesario, como por momentos es necesaria la soledad...
A mi me encanta el silencio...pq creo que me paresco a la palabra melancolia y a la noche y en los ratos de vanidad creo ser palabra tambien...
besos,versos y abrazos desde Sadalsuud
Es cierto, es contradictorio pero necesario. Pues cuando pasamos de un estado al otro es cuando nos percatamos de lo delicioso de uno y reconocemos la importancia del otro... si viviéramos siempre en el mismo estado no pudiéramos conocer el contraste... aunque el silencio es relativo, pues cuando estamos rodeado de un silencio exterior, interiormente entonces comienza casi siempre un alboroto que muchos no nos gusta liberar...
Es cierto. El punto es el equilibrio. Saber encontrar sus momentos de silencio exterior para escucharse uno mismo sin sucumbir a él convirtiéndolo en un estado permanente que nos convierte en personas retraídas e introvertidas.
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