Si la vida fuera una película

A veces me pongo a imaginar como fuera si la vida fuera una película y nuestra memoria estuviera almacenada en una videoteca donde, libremente, uno pueda seleccionar escenas del pasado, repetirlas cuántas veces sea necesario, analizarlas, juzgarla desde diversos puntos de vista, etc.

Quizás así podría comprender muchas cosas y podría hurgando en esas escenas descubrir el momento exacto en que todo cambió, cuándo dejé de sentir lo que sentía, cuándo se transformó...

Podría descubrir cuál fue el error mío y/o de la otra parte. Sin embargo, ahora cuando miro atrás todo se ve nublado. Mi mente automáticamente oculta la parte negativa y sólo puedo recordar las cosas buenas, lo cual resultaría excelente en otros casos, pero en este que me atañe simplemente se ha creado una incongruencia y muchas preguntas.

Esta situación también me deja pensando en lo indomable que son los sentimientos y también lo inútil que resulta exigir que los demás sientan o padezcan de tal manera. Por más que uno trate de revivir estados afectivos, provocar determinada reacción es en vano... no se pueden imponer "dictaduras emocionales", de nada sirve. Si no puedo controlar lo que yo misma siento, ¿Cómo pretender moderar lo ajeno?

En este oscuro teatro en el que soy la única espectadora mis sentimientos están en una diana en la que es muy difícil acertar al centro.

Si la vida fuera una película de seguro adelantaría un poco para ver que me depara el futuro. Mientras tanto sólo me resta decir que lo siento mucho pero ya no siento nada hacia ti y no me queda más que indiferencia.

*Fotos cortesía de getty images