jueves, 8 de mayo de 2008

Ecología Emocional


El tema de la inteligencia emocional se ha convertido en mi pasión ultimamente. Sobre todo porque es algo que había ignorado, minimizado y pasado por alto toda mi vida. Ahora me doy cuenta que contrario a nuestro modelo de sociedad, en el cual se hace énfasis al enriquecimiento intelectual y al razonamiento, los factores que hacen a una persona exitosa en todos los ámbitos es su capacidad para administrar sus emociones y sacarles provecho.


Hay quien considera las emociones como obstáculos que interfieren en nuestra dimensión racional. La Ecología Emocional sostiene que no es así y que las emociones son un lenguaje distinto y complementario. Una mente inteligente pero desconectada de las emociones construiría mapas de decisión equivocados y peligrosos.


La ecología emocional o piscoecoafectividad es el arte de gestionar y transformar positivamente nuestras emociones con el fin de que nuestro equilibrio interior se refleje en una mejora del equilibrio y calidad en nuestras relaciones y en nuestro entorno. Aporta a la ya conocida Inteligencia Emocional dos valores imprescindibles hoy: el punto de vista global y la responsabilidad. Responsabilidad porque somos responsables de la gestión de nuestras emociones y de su transformación positiva. Y globalidad porque en un mundo global, las emociones correctamente gestionadas influyen directamente en nuestro entorno, colaborando en su equilibrio.

“El ser humano lleva millones de años viviendo en el planeta Tierra. La mayor parte del tiempo la relación con su mundo afectivo, de forma similar a su relación con el medio externo, no ha sido demasiado equilibrada. Tenemos muchos indicios de ello: insatisfacción, insomnio, irritabilidad, represión, explosiones emocionales, fatiga, estrés y enfermedades psíquicas. También tenemos muchos signos de desequilibrio social que lo indican: la violencia y agresividad de unos contra otros, la falta de solidaridad entre los seres que compartimos el planeta, las prisas, la tensión, el egoísmo, los sentimientos generales de soledad y de infelicidad, y tantas otras señales que nos llevan a pensar que estamos realizando una gestión incorrecta de nuestro mundo emocional, de forma similar a la que estamos haciendo con los recursos del planeta.” (Mercè Conangla y
Jaume Soler)


Las 7 leyes de la gestión ecológica de las relaciones:


1- Ley de la autonomía

Ayúdate a ti mismo y los demás te ayudarán.



2- Ley de la prevención de dependencias

No hagas por los demás aquello que ellos pueden hacer por sí mismos.



3- Ley del boomerang

Todo lo que haces a los demás, también te lo haces a ti mismo.



4- Ley del reconocimiento de la individualidad y la diferencia

No hagas a los demás aquello que quieres para ti, pueden tener gustos diferentes.



5- Ley de la moralidad natural

No hagas a los demás aquello que no quieres que te hagan a ti.



6- Ley de la autoaplicación previa

No podrás hacer ni dar a los demás aquello que no eres capaz de hacer ni darte a ti mismo.



7- Ley de la limpieza relacional

Tenemos el deber de hacer limpieza de las relaciones que son ficticias, insanas y que no nos permiten crecer como personas.



No somos responsables de lo que sentimos (las emociones no se eligen ni se planifican), pero sí de aquello que hacemos con lo que sentimos. Lo que importa es cómo se gestionan, lo que se hace con ellas. Escogemos nuestra actitud y nuestra conducta.

Pensar que algo nos será dado sin que hagamos algo por ello y quejarnos por no recibirlo, contribuye a la contaminación emocional.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy cierto mi querida Filomena, muy cierto.
Gracias

AlMa dijo...

Epselente!!!

me encanta leer tu blo!

Siempre se aprende algo nuevo
thanks BB!!