miércoles, 18 de julio de 2007

Historia de amor

Foto cortesía de Getty Images

Nuestra historia de amor comenzó hace mucho tiempo, podríamos decir que lo llevo en los genes, en la sangre y desde que nací ya lo amaba sin saberlo.
Al principio, como en las más apasionadas novelas, lo odiaba a muerte. La gente trataba de persuadirme, de hablarme de sus cualidades, del porqué eramos el uno para el otro, me lo daban hasta a cucharaditas para que me acostumbrara a él. Pero siempre mi rechazo fue firme.

Luego pasó el tiempo, llegó la adolescencia y con ella las ansias de probar, de conocer y de experimentar. En ese viaje de búsqueda del propio yo y de aprendizaje me topé con él nuevamente. Esta vez el encuentro fue distinto. Yo estaba abierta a las nuevas oportunidades y él llegó como una tempestad, persistente y vehemente. Por primera vez, me di cuenta de sus desbordantes cualidades, de sus matices inesperados. Llegué a admirar su color, su cuerpo, a quererlo a todas horas, en todo momento, a sentir su presencia aunque estuviera lejos, a identificar su aroma. De más está decir que estaba encantada con él, que por fin lo había logrado, conseguido su objetivo.

Lo siguiente fue que a las mismas personas, más otras cuántas que se sumaron con los años, que me decían sus maravillas, ya no le parecía tan atractivo, tan especial, tan bueno, tan adecuado. Me hablaban de todo el mal que me podía hacer, de todos sus defectos, me pedían que me controlara, que lo dejara.

Al mejor estilo de Romeo y Julieta, claro sin tanta cursilería, lo defendí y lo defiendo. Nuestro amor persiste hasta el sol de hoy.

Si ya están por ahí divagando de quien puede ser este amante intempestivo, de seguro ya lo conocen. Quien me conoce a mi, lo conoce a él. Desde que les diga su nombre dirán: "Ahhh sii! Claro que lo adora!" o "Por supuesto que son uno para el otro" o "La combinación perfecta". El es mi compañero el Café.
A continuación, mis argumentos en su defensa, que no me los inventé yo, lo dice la neurólogo francesa Astrid Nehlig y el Dr. Manuel Elkin Patarroyo.

* Mejora la salud
* Disminuye entre dos y cinco veces las posibilidades de enfermarse del mal de Parkison.
* Baja entre un 15 y un 60 por ciento las probabilidades de enfermarse de diabetes
* Surte efectos positivos en el humor, la energía y la percepción visual
* Es un relajante
* Produce una mayor concentración en las actividades diarias
* Genera en el consumidor más confianza en sí mismo
* Ayuda a prevenir el cáncer de colon
* Ayuda a prevenir el Alzheimer
* Disminuye 5 veces el riesgo de sufrir de Cirrosis Hepática
* Baja en un 50% el riesgo de formación de cálculos biliares
* El café es una excelente fuente de potasio, magnesio y fluoruro
* Incrementa las memorias de corto plazo, la alerta y el pensamiento
* No produce enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio
* No tiene efectos negativos en el funcionamiento de los músculos
* El consumo de café incrementa la energía del metabolismo
* No tiene efectos negativos en fertilidad
* No afecta el desarrollo de los niños

3 comentarios:

AlMa dijo...

Vieja!!!
que suto!!!
ya yo estaba elucubrando quien podria ser....
A mi personalmente el cafe me cae mal...Me gusta su sabor, no estoy asfixiada de el al grado en que te ha asfixiado a ti....Mas bien me gusta mezclarlo: con leche, cremora, helado, en el chocolate...en fin, me gusta sazonado con canela y nuez moscada...pero bueno, como todo en la vida tiene sus pro y sus contras, el truquito, que no es un secreto, esta en no abusar de el...todo ene exceso hace daño.

Francisca Cruz dijo...

Aposte al vino! uff!

Pabletowh dijo...

cuanta mente inocente, porque yo juraba que era Sexo! (definitivamente cada quien juzga por su contexto)