Desde que nacemos se nos van inculcando parámetros de lo que está bien o está mal, de lo que es bonito y de lo que es feo. Y esos patrones se van reforzando a medida que crecemos por los medios masivos, nuestros profesores, compañeros de colegio etc.
Recuerdo, casi muerta de risa, que cuando era niña consideraba que el insulto más grande y más ofensivo era decirle a una persona: FEAAA!!! y era una palabra que usaba cuando estaba muy enojada. Y mi enojo crecía hasta reventar cuando mi madre me decía; "Pues así es que mi papi me quiere".
A veces hasta los mismo niños en su inocencia son tan crueles. En los kindergarden se mofan constantemente del niño gordillo, del que usa lentes, etc. Pero es eso lo que han aprendido en sus hogares. Todo está regido por la imagen, la manera en que juzgamos a las personas por su vestimenta, por su apariencia, por si son gordos o flacos, altos o bajos. Cuántas enfermedades desarrolla la gente solo por la inseguridad que le despierta su imagen física: anorexia, bulimia, dismorfofobia, y un largo etc.
Es cierto que es importante mantener una buena imagen, una imagen arreglada, agradable, sentirse uno cómodo consigo mismo, pero todo tiene sus extremos. También es cierto que la imagen es nuestra carta de presentación. De "presentación" exclusivamente. Luego que pasan esos segundos de fantaseo es nuestra personalidad la que realmente complementa y hace que agrademos o no. Pero hay tan pocas personas que se toman el trabajo de ir más allá de esos segundos... de conocer más...
Los mismos parámetros de la sociedad me han hecho asociar a los delincuentes, criminales y asesinos con gente fea y grotesca, y los buenos de la película apuestos y pulcros. La realidad es que cualquier persona sin importar la coraza o la envoltura puede esconder los más bajos instintos o la bondad más conmovedora.
Vivimos en una sociedad que sobre valora la belleza, la idolatra.
Belleza = éxito
Belleza = amor
Belleza = aceptación.
Y existen verdaderamente que obtienen muchas cosas sólo por su belleza, como en aquella historia que me contaron sobre una chica que quería pasar por aduanas unos quesos y para conseguirlo mágicamente uno de los botones se desabrochó logrando que probáramos aquí los deliciosos quesos suizos.Concluyo que la belleza es importante, sólo que no es lo principal, lo único o lo absoluto. Tengo que ajustar mis iris para mirar lo que es verdaderamente relevante en la vida.
2 comentarios:
estoy de acuerdo y entiendo que en tu final es "tenemos que ajustar los irir..." porque lo relevante hasta ahora lo tenemos mal asociado...
Si Lin, cada día estoy más conciente de ello y aún así me sorprendo juzgando... hay que ajustar los iris
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