En un viaje super interesante y mientras 6 extraños (algunos no tan extraños) vencíamos la claustrofobia/timidez/camino pesado, surgió una amena dinámica. Hablar de eso que pasa en la noche cuando necesitamos recargar baterías, nos abandonamos, nos entregamos al infinito, aquello que siempre termina venciéndonos, que es necesario, en lo que a veces particularmente exagero; algo en lo que nadie te puede acompañar... los sueños.
Más allá de lo que superficialmente se pueda interpretar de cada uno de los sueños, nos sirvió para romper el hielo e integrarnos. En el fondo fue una experiencia de lo más enigmática, de significación oscura y misteriosa, en que acabamos conociendo, por lo menos una parte, de nuestras intrincadas personalidades.
Entre preludios a la muerte, fin del mundo, dantescas situaciones, serpientes, desnudez... y las divagaciones loquiiiiiiisimas de este heterogéneo grupo, se creo un vínculo transparente que solo el tiempo sabrá en que parará. No faltó, en adición, el inescrutable misterio del que no sueña nada, de lo que sacamos varias conclusiones no definitivas. Y que a pesar de no decir nada dijo mucho.
Lo más importante de todo, es que es sólo un preludio de todo lo que falta por descubrir. Mientras exista algo que develizar, continuará la pasión. Como diría una buena amiga "placeres perfectos"...aquellos exquisitos pero que nos dejan insatisfechas!!
2 comentarios:
Pero que profundo "placeres perfectos".... no puedo con este blog, menos con el post!
Muy interesante el punto de vista con que aterrizaste esa situacion...tienes razon, definitivamente sirvio para romper el hielo y para comprobar una vez mas que cada cabeza es un mundo...como siempre digo, todos los dias se aprende algo nuevo, y con esa conversacion en ese dia fue mucho lo que aprendimos....y nos reimos!!!!!!
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